La política monetaria es el proceso mediante el cual un país (a través de su banco central) gestiona su oferta monetaria e influye en las tasas de interés para lograr amplios objetivos económicos. Cuando la gente piensa en política monetaria, típicamente imagina a los bancos centrales, a los responsables de políticas y a los políticos haciendo ajustes y gestionando el sistema. Pero, ¿y si la política monetaria no necesitara planificadores centrales en absoluto? ¿Qué pasaría si pudiera funcionar de manera autónoma a través de un algoritmo, todo mientras es transparente, imparcial y descentralizada? Eso es exactamente lo que representa Ampleforth: Un sistema monetario descentralizado. Ajustes de suministro algorítmicos en lugar de intervención humana. Gobernanza sin políticos ni planificadores centrales. En los sistemas financieros tradicionales, la política monetaria es ejercida por solo un puñado de individuos, a saber, en el banco central de un país (como la Reserva Federal de EE. UU.). Estas decisiones tomadas por los bancos centrales respecto a la inflación, las tasas de interés o los cambios en la oferta monetaria a menudo llevan un sesgo político que beneficia a algunos grupos a expensas de otros. Ampleforth codifica sus reglas monetarias directamente y de manera transparente en contratos inteligentes. ¿El resultado? Cualquiera puede ver los parámetros monetarios del protocolo Ampleforth, lo que hace que el sistema sea sin permisos y predecible. La unidad de cuenta de Ampleforth, $AMPL, sigue siendo altamente confiable, independientemente de las condiciones del mercado, y así el sistema crea naturalmente una base monetaria estable para que surjan actividades y activos financieros más avanzados (como $SPOT). Es paradójico pero poderoso: un "banco central descentralizado". En general, Ampleforth nos muestra que la política monetaria puede ser neutral, descentralizada y abierta a todos.